El colonizador y el colonizado
Hace unos días leí el ensayo “Retrato del colonizado” (1957) de Albert Memmi, escritor francés.
Este trata sobre Túnez, un país al norte de África que fue colonia de Francia por 75 años, logrando
finalmente su independencia en 1956. Memmi habla de las características del colonizado, y no pude
evitar, como puertorriqueña, ver a mi pueblo reflejado. Dice Memmi que “cuando el colonizador
[5] afirma en su lenguaje que el colonizado es débil, está sugiriendo que esa deficiencia requiere
protección. De ahí se deriva la noción del protectorado”. El protectorado es la soberanía que un
Estado ejerce sobre un territorio. En Puerto Rico, todo recae sobre los Estados Unidos.
Soy libre porque tengo libertad de expresión y me puedo montar en un avión e ir adonde yo quiera,
pero no tenemos la libertad de entablar relaciones comerciales con el país que queramos, ni hacer
[10] cualquier cosa que vaya por encima de la Constitución de los Estados Unidos. Sencillamente
no visualizamos la libertad soberana porque no sabemos lo que es. Solo una minoría querría la
libertad; en otras palabras, independencia. Algunos se conformarían con una soberanía limitada,
pero la mayoría está perfectamente bien con nuestra libertad con asterisco.
Nuestra cultura es un híbrido de otras que llegaron a la isla, y todo esto aporta a nuestra identidad
[15] o falta de esta. Comencemos con los españoles, que llegaron a la isla, saquearon las tierras y eliminaron
al indígena. Ahora lo que nos queda son algunos pueblos con nombres taínos* y dos o tres parques
ceremoniales donde, más que ver al indígena como parte nuestra, lo vemos como algo fuera de
nosotros, que ya no existe.
En Puerto Rico tenemos muchos días feriados dedicados a próceres puertorriqueños, pero
[20] pregúnteme a mí quiénes fueron o qué hicieron. Mi respuesta es que no sé. ¿Pero cómo es posible?
Porque nuestra historia es contada a medias y a oscuras. El Ateneo Puertorriqueño, una de las
pocas entidades que preserva y defiende nuestra cultura, ha estado en peligro inminente de cerrar
por falta de fondos, y lo insólito es que a mucha gente no le importa si ellos desaparecen.
Sin embargo, lo increíble es que, a pesar de todos estos atentados de erradicar lo que somos, nosotros
[25] conservamos nuestra cultura y nuestro idioma y, a pesar de la influencia innegable extranjera,
seguimos conectados a nuestra esencia.
Memmi explica cómo los tunecinos lucharon para lograr su independencia. Primero, el
colonizado se acepta, abraza sus diferencias y reconoce quien realmente es. Entonces se rebela.
Puerto Rico no se rebelará. Ya estamos en otros tiempos y lo ideal sería lograr un cambio por la
[30] vía diplomática. Si el cambio es la estadidad o la independencia, no importa. Lo importante es
que finalmente reclamemos el lugar que nos pertenece en el mundo, que seamos escuchados y se
respeten nuestros deseos.
* taínos – pueblo originario de Puerto Rico.
Adaptado de tamaimos.com, 26/08/2018.
Memmi explica cómo los tunecinos lucharon para lograr su independencia. (l. 27)
En el fragmento, el verbo lograr se puede sustituir, sin alteración importante de sentido, por: