Questões de Espanhol - Gramática - Adverbios - Duda
TEXTO:
Maníacos
José Gaos pensó que las dos cosas que
caracterizan al hombre son la mano y el tiempo. Otros
dijeron que la palabra y algunos que la risa o, mejor, la
sonrisa. Quizá los más acertados son quienes sostienen
[5] que el hombre es el único animal que tropieza dos veces
en la misma piedra... A mí me parece que lo propio del
ser humano es tener manías. Nuestras manías son como
pequeñas religiones privadas, cultos íntimos con los que
tratamos de contrarrestar la permanente amenaza del
[10] azar y el desparrame de la vida, incontrolable. Para poder
convivir pacíficamente con alguien, mucho más
importante que compartir ideas políticas o gustos
gastronómicos es tolerar sin reproches sus manías...
Todos somos, a escala mayor o menor,
[15] maniáticos. Nada de malo hay en ello, aunque ciertas
manías son más perturbadoras que otras. Lo temible
son los maniacos, es decir, los maniáticos empeñados
en imponer sus manías a los demás, convertidas en
dogma, adornadas con virtudes irrenunciables y
[20] transformadas en moral. Todavía más, en superioridad
moral. Hoy pululan por las redes sociales, intimidando
a muchos. Están los maniacos clásicos, racistas,
fanáticos religiosos (o anti), separatistas... pero además
los de nuevo cuño, las feministas convencidas de la
[25] culpabilidad predeterminada de los varones, en cualquier
conflicto o hasta en su forma de sentarse, y los más
severos aunque risibles de todos, los animalistas,
inventores de una moral surrealista en que solo puede
haber animales inocentes y humanos culpables. Quien
[30] se burla de sus odios comete delito... de odio. No
tomemos en broma a los maniacos, son influyentes y
se encargan a través de la web de repartir los certificados
de buena conducta que antes expedía la policía.
SAVATER, Fernando. Disponível em:https://elpais.com/elpais/2017/09/22/opinion/1506094445_138911.html Acesso em: 1 nov. 2018. Adaptado
El término “Quizá” (l. 4) equivale a
TEXTO:
El buen traductor
El oficio de traductor es un trabajo oscuro. Y cuando
digo oscuro, me refiero a que nadie, o casi nadie, es
capaz de detenerse en ese esfuerzo. Gracias a ellos,
podemos leer cualquier libro escrito en cualquier lugar
[5] del mundo. Y no solo se trata de que el lector valore ese
trabajo, sino que también, de llamar la atención del crítico
literario que pocas veces reivindica o hace referencia a
la traducción del libro que está analizando. Cuando quizá
la habilidad del traductor ha conseguido que ese crítico
[10] pueda acercarse a ese libro. Después incluso se podrá
cuestionar la traducción. Cada trabajo lleva su firma, el
traductor merece también que el suyo se lo reconozca.
NANÍN, Manuel I. Disponível em:< https://elpais.com/elpais/2017/08/25/ opinion/1503668978_919461.html>. Acesso em: 4 set. 2017. Adaptado
La forma “quizá” (l. 8) expresa
TEXTO:
Disponivel em: http://www.buscabiografias.com/old/frasesoledad.htm Acesso em: 13 maio 2015
El término “Quizá” tiene valor
TEXTO:
Esclavas
Hoy, 23 de septiembre, es el día internacional de
la lucha contra la explotación y el tráfico de mujeres.
Diversas fuentes dicen que España es el tercer país
más consumidor de prostitución del planeta, después
[5] de Tailandia y Puerto Rico. Según Médicos del Mundo
hay un aumento de demanda entre los chicos jóvenes,
y para llegar a ellos han hecho un cómic titulado
Esclavas. Porque quieren mostrarles una verdad de la
que siempre nos olvidamos, y es que una buena parte
[10] de las prostitutas de nuestro país son mujeres
secuestradas, violadas y apresadas por mafiosos
brutales que las aterrorizan con palizas (las meten antes
en agua fría para no marcar la mercancía con
hematomas) y con amenazas a sus familias. Nos hemos
[15] acostumbrado a esa atrocidad y la ignoramos; pasamos
por delante de los locales de carretera con sus lucecitas
de colores sin fijarnos en que a menudo sus ventanas
tienen rejas para evitar que las víctimas escapen. Ahora
bien, la cruel realidad de la trata de mujeres se confunde
[20] en nuestro país con la prostitución en sí. Las
asociaciones de profesionales del sexo como Hetaira
reclaman el derecho a ejercer su oficio con seguridad y
las comprendo, porque una mujer que vende su cuerpo
libremente y con la debida protección legal quizá pueda
[25] ser menos esclava que la que vende su vida en un empleo
embrutecedor por 600 euros al mes. La prostitución es
algo tan viejo como el mundo, y no parece que las
prohibiciones hayan conseguido erradicarla, ni siquiera
en Suecia con su famoso plan de penalizar al cliente:
[30] hay estudios serios que sostienen que el triunfalismo
sueco es falso y que la ley ha marginado aún más a las
prostitutas. El problema es cómo proteger a las
profesionales mientras se persigue sin tregua a los
traficantes.
MONTERO, Rosa. Esclavas. Disponível em: http://elpais.com/elpais/2014/ 09/22/opinion/1411397241_768476.html. Acesso em: 30 out.2014. Adaptado.
El término “quizá” (l. 24) podría sustituirse por
TEXTO:
Ahora
Transcurren días inciertos en los que cada vez es
más común encontrar gente muy preocupada por el
futuro. Esto no es nuevo. Siempre hubo quien bien por
inquietud, bien por escapismo, buscan consuelo al
[5] proyectarse en un futuro mejor.
Esta gente se pasa todo el día imaginando lo bonito
que va a ser todo cuando esté perfectamente colocado
tal día de tal año. A veces es tan exagerado que puede
resultar hasta peligroso realizar algún comentario que
[10] dé al traste con esa personal visión de lo proyectado,
ya que, esos sujetos viven por y para sus sueños, e
intentar cambiarles su visión de ese futuro perfecto, puede
ser considerado un ataque personal en toda regla.
También los hay los que tienden a quedarse siempre
[15] mirando atrás. Rezagados, como anclados en el pasado,
incapaces de aceptar los cambios y rezongando siempre
aquel clásico que ensalza los buenos y viejos tiempos.
Tampoco estos seres parecen posicionarse en muy buen
lugar ante su existencia, pues por mucho que uno insista,
[20] e incluso consiga congelar lo más posible su estancia,
resulta inevitable sucumbir al paso del tiempo. Pero lo
cierto es que, sin que suene lúgubre, somos
perecederos. [...] Luego, no parece servir de mucho
quedarse anclados en el allá.
[25] No crean que hablo desde esa distancia que da el
saberse lejos de según qué fenómenos. Es más bien al
contrario. Encuentro tan frecuente — entre todas las
personas que conozco y me incluyo — el vivir inclinados
hacia uno de esos dos extremos del tiempo, e incluso
[30] saltar de uno a otro, según los casos, que lo infrecuente
es encontrar gente ubicada en el “ahora”, es decir, en el
momento presente. No se trata de no tener sueños. No
se trata de no tener pasado. Simplemente se trata de
transitar con mayor frecuencia por el presente, aunque
[35] solo sea por hacer justicia a la realidad, ya que es el
único momento cierto que tenemos.
Disculpen esta emoción casi infantil ante algo que
quizá para muchos puede resultar muy obvio, pero es
que, quizá huyendo del desgaste que provoca ese
[40] balanceo entre tan intangibles extremos, hace no mucho
que me tropecé con el ahora y reconozco que intentar
vivir un poco más centrado en el momento presente —
al fin y al cabo lo único que tenemos — resulta, al menos
para mí, una opción mucho más grata y certera que
[45] intentar desgranar esas briznas de vida apostado hacia
cualquiera de los otros dos. [..]
CASTAÑEDA, Javier. Patologías urbanas. Disponívl em:< http://www.lavanguardia.es/lv24h/20100311/53898243546.html>. Acesso em: 1o mai. 2010.
El término “quizá” (l. 39) podría sustituirse por
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